Fútbol deporte y relato
En el fútbol hay momentos que siempre se repiten y como niños no nos cansamos de rememorarlos. Esta es la grandeza de este deporte, que siempre hay historias que contar. Porque si bien es un deporte, el fútbol es fundamentalmente un condensador de relatos, propulsor de conversaciones que generan discusiones, impresiones, puntos de vista diferentes, rivalidades que finalmente a pesar a veces de las diferencias unen al grupo humano.
De ahí que sean tan importantes las leyendas históricas del fútbol, porque los héroes son la personificación de estos relatos. En el día a día nos encanta hablar de fútbol y siempre subyace la idea de que tal vez esto de lo que estamos hablando, de los jugadores que nos encantan hoy , de jugadas concretas del partido de ayer, de momentos, quizás en el futuro se convierta en ese momento histórico del que hablarán nuestros descendientes futboleros.
Por eso hoy volvemos como niños a contar la historia de Antonín Panenka el héroe de la República Checa de la Eurocopa de 1976.
Quien fue Antonin Panenka
Panenka es un jugador de la República Checa, de la generación de los años 60, 70 y 80, aquel fútbol de garra, que es la base del fútbol que disfrutamos hoy, y en el que jugaba en la posición de centrocampista. Nació en 1948, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial.
Gran parte de su su carrera entre 1967 y 1981 la recorrió en el club Bohemios de Praga, un club del distrito de Vršovice de la bella ciudad de Praga, aunque con el equipo que consiguió mas éxitos fue con el Rapid Viena club del que formó parte entre los años 1981 y 1985.
Con el Rapid Viena ganó la Bundesliga Austriaca en 1982 y 1983 y tres Copas Austriacas en 1983, 1984 y 1985. Terminó su periplo como jugador en otros clubes austriacos como VSE St. Pölten, SK Slovak Viena, el ASV Hohenau y el Kleinwiesendorf, colgando las botas nada menos que en 1993.
Como internacional de Checoslovaquia, se curtió entre 1973 y 1982 en total 59 internacionalidades y 19 goles.
Estos son los datos fríos de la vida de este jugador icónico. Ahora vamos a volver a contar el relato, el que nos da calor y nos alienta.
El resultado en la tanda es 4-3 para los checoslovacos
El famoso penalti de Panenka
Muchos de nosotros todavía no habíamos nacido cuando ocurrió lo que ocurrió en aquella final de la Eurocopa de 1976 entre Alemania y Checoslovaquia.
Las apuestas apuntaban claramente a que Alemania se llevaría la final frente a una Checoslovaquia formada por jugadores poco conocidos. Claro enfrentados a la superpotencia de los teutones era difícil vaticinar que uno de ellos se atreviera a producir uno de los momentos más impresionantes de la historia del fútbol.
El encuentro de la final comenzó con dos goles de los checoslovacos. Švehlík en el minuto 8' y Dobiaš en el minuto 25'. Pero los alemanes no se iban a quedar quietos y así el jugador determinante de la semifinal Dieter Müller y su compatriota Hölzenbein igualaron el encuentro en el minuto 28’ y en el 89’.
Por primera vez en la historia, la final se definió en la prórroga mediante una tanda de penaltis. Empezó tirando Checoslovaquia y los siete primeros lanzamientos fueron convertidos sin error, hasta que el alemán Uli Hoeneß falló enviando su disparo por encima del travesaño.
Entonces llegó el turno de Antonín Panenka con el 4-3, quien con un sutil y sorprendente penalti aseguró el título para su equipo en la Eurocopa de 1976. En lugar de rematar con fuerza, realizó un disparo elevado al centro de la portería picando suavemente el balón por el centro de la portería, una técnica que hoy lleva su nombre: la “Panenka”.
El guardameta alemán Sepp Maier, uno de los mejores de aquella época, se lanzó hacia su izquierda, sin poder hacer nada para detener el balón que entraba suavemente por el medio del arco.
En la foto vemos Antonín Panenka (de rojo, con los brazos en alto) acababa de ejecutar su atrevido penalti.
El penalti de Panenka le dio el título a Checoslovaquia, que ganó la tanda por 5–3 tras empatar 2–2 en el tiempo reglamentario.
Es considerado uno de los penaltis más fríos y valientes en la historia del fútbol.
Los seguidores de Panenka: Zidane y Pirlo
Otros futbolistas se inspiraron en él, y hoy recordamos dos momentos icónicos con penaltis al estilo Panenka.
Su famoso penalti inspiró a grandes leyendas del fútbol, como Zinedine Zidane, quien en 2006, en su último partido con Francia —la final del Mundial ante Italia— hizo lo que solo los genios se atreven a hacer. Se arriesgó y agrandó su leyenda con un penalti al estilo Panenka para poner el 1-0 frente a otro gigante, Gianluigi Buffon. Aunque Italia terminó llevándose el título, aquel instante quedó grabado en la historia.
En la Eurocopa 2012, otra leyenda italiana, Andrea Pirlo, también ejecutó un penalti al estilo Panenka. Fue en los cuartos de final frente a Inglaterra; Italia perdía momentáneamente 2-1 en la tanda de penaltis, cuando Pirlo lanzó suavemente el balón por el centro, engañando al portero Joe Hart, que se había lanzado a un lado. Ese gol cambió el ánimo del encuentro, y finalmente Italia ganó 4-2 en los penaltis.
Aunque hoy se celebra su penalti como una genialidad, en su momento muchos lo criticaron por considerarlo una falta de respeto o una acción temeraria. Panenka siempre defendió que no se trataba de una provocación, sino de una forma de expresar su creatividad.
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La vida de Panenka demuestra cómo una idea innovadora puede trascender el deporte, convertirse en una firma personal y dejar un legado imborrable.
No os olvidéis en cualquier partido puede saltar la liebre, y quizás en alguna de nuestras visitas al estadio a ver a nuestra selección o nuestro club podamos vivir un momento histórico que las generaciones futuras recordaran.
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