Hoy os queremos contar uno de los partidos más importantes de la historia de la Selección Escocesa de Fútbol, es decir, el día que ganó 3-2 en Wembley, contra Inglaterra, que acababa de ganar el Mundial.

Antes un pequeño hincapié. ¿Para qué se jugaba? No era un amistoso, era el Torneo Británico de Naciones, una antigua competición anual que enfrentaba las Selecciones de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. El formato era como una liga con partidos de sola ida. El torneo era semi oficial, pero muy disputado: todos los equipos tenían y tienen una alta rivalidad deportiva entre sí.

Estamos en 1967 y el último partido entre Inglaterra y Escocia habría sentenciado la competición. A Inglaterra un empate le valía. Todo parecía fácil, pero ya lo conocemos el fútbol. Encima los escoceses son atletas particulares, nunca se rinden, y más contra Inglaterra. Estos derby son para ellos una revancha social, es una de las pocas vías que tienen para demostrar al mundo sus propios valores nacionales.

Escocia dominó absolutamente el partido, con sus camisetas de fútbol azules, quizá fue el mejor partido de su historia. A 10 minutos del final el marcador era fijado en el 2-0 para los escoceses (goles de Law y Lennox), pero Sir Bobby Charlton recortó enseguida… Wembley ya era un infierno.

Aún así Escocia no hacia ni un paso atrás, con su presión asfixiante y sus inmediatas contras. Después de un increíble paradón del portero inglés, llegó el tercero de Escocia, con McCalliog. Pero tampoco los ingleses son gente que se rinde tan fácilmente, y después un solo minuto fijó el resultado en 2-3 (Hurst). Posteriormente, súper sufrimiento escocés pero la misión se cumplió como deseado.

Los aficionados escoceses saltaron en masa en el sagrado césped de Wembley, gritando irónicamente “Campeones del Mundo”. Un poquito era verdad: ningún equipo había sido capaz de derrotar a Inglaterra después que se hubiera proclamada Campeona del Mundo. Ya en la total locura, los escoceses llegaron a llamar ese Torneo Británico de Naciones “Campeonato no oficial del mundo de fútbol”.

¡Qué maravilla el fútbol de Reino Unido!